Add parallel Print Page Options

18 Pero Balaán respondió a los enviados de Balac:

— Aunque Balac me dé su palacio repleto de plata y oro, yo no podré hacer nada, grande o pequeño, que vaya contra lo mandado por el Señor, mi Dios. 19 Os ruego, por tanto, que paséis aquí esta noche para que yo averigüe si el Señor tiene algo que decirme.

20 Esa noche se apareció Dios a Balaán y le dijo:

— Ya que esos hombres han venido a buscarte, puedes ir con ellos. Pero sólo harás lo que yo te ordene.

Read full chapter